Las altas temperaturas y la sequía, con el caudal del río disminuyendo y el riego al mínimo, han puesto a prueba nuestra resiliencia.

La Sierra de Guara es un auténtico «reino mineral», con impresionantes farallones calcáreos y enormes moles de piedra moldeadas durante milenios por la acción del viento y el agua. Estas formaciones rocosas imponentes crean paisajes dramáticos, con cañones profundos, barrancos y paredes verticales que desafían la gravedad, esculpidos por el paso del tiempo y los elementos.
En este escenario sorprendente y espectacular el clima es extremo, en invierno y en pleno verano, con temperaturas muy elevadas por el día y escasas precipitaciones.
Como era de esperar en estas condiciones, el calor empezó a afectar a nuestros cultivos y el sistema de riego apenas funcionaba. Para contrarrestarlo, fue necesario instalar una bomba que nos ha permitido subir agua acumulada en la parte baja de la huerta hacia la parte superior.




Hemos revitalizado la Huerta de Abajo con nuevas plantaciones

Durante este mes, hemos comenzado a revitalizar los bancales plantando frambuesas, fresas y arándanos, y muchas otras plantas medicinales. Estas nuevas adquisiciones provienen del vivero ecológico Pamiés Vitae en Balaguer, donde disfrutamos de una visita guiada por su jardín medicinal y de una interesante charla sobre el hipérico.




El hipérico se ha utilizado tradicionalmente en la medicina popular por sus propiedades.
El hipérico (Hypericum perforatum) también se conoce como Hierba de San Juan, porque se acostumbra a recolectar el 24 de junio, el día de San Juan, cuando se cree que la planta está en su máximo esplendor y poder curativo.
Macerando sus flores frescas en aceite de oliva durante varias semanas, se prepara un remedio para tratar heridas, quemaduras y contusiones y para aliviar dolores musculares y articulares. Pero no todo son virtudes. La sabiduría popular ya advertía de sus efectos fototóxicos, y de que el hipérico podía «encender la sangre» al exponerse al sol después de su aplicación.
Las infusiones de hipérico también se han utilizado tradicionalmente para tratar problemas digestivos y para combatir el insomnio o problemas de ansiedad y estrés.
Estos usos del hipérico muestran cómo en el Alto Aragón, la tradición herbolaria sigue viva y son expresión de la profunda conexión entre las comunidades rurales y su entorno natural.




Esta semana hemos tenido encuentros fascinantes
Hemos recibido la visita de Sira, una voluntaria de Cataluña que estudia biología ambiental en la Universidad de Barcelona. Con ella, nos enfocamos en tareas de mantenimiento: limpiamos hierbas competidoras, aporcamos las judías y aseguramos el buen funcionamiento del sistema de riego.



En una de nuestras labores de acolchado con paja, encontramos una víbora áspid (Vipera aspis), un recordatorio de la maravillosa diversidad que nos rodea. La Sierra de Guara le proporciona un hábitat ideal por su entorno cálido y seco, las zonas rocosas con una abundante exposición al sol y por la biodiversidad que le ofrece refugio y alimento.
Las tareas agrícolas y las actividades al aire libre pueden llevar a encuentros con esta serpiente. Con su excelente camuflaje en tonos grises y marrones y su patrón zigzagueante, no la vimos hasta el último momento. Es venenosa y su mordedura puede ser peligrosa para personas débiles o niños, pero no es agresiva por naturaleza y tiende a huir cuando percibe la presencia humana. Muerde únicamente si se siente amenazada o acorralada. Entonces se enrosca, como en la foto, y emite un siseo de advertencia. ¡Y el que avisa no es traidor! Además nos ayuda a controlar a los roedores.


Y aquí llega el fruto de nuestros desvelos
Ahora, recién estrenado septiembre, damos inicio a la recolección de nuestras hortalizas: borrajas, acelgas y pepinos para abastecer nuestra tienda ecológica DELIECO.COM.
También está listas las estrellas de nuestro huerto de verano: ¡las tiernísimas y delicadas judías verdes! ¿Habéis visto qué pinta tienen?
La judía verde se desarrolla a partir de una delicada flor, en esta variedad de color blanco, que contiene tanto órganos masculinos (estambres) como femeninos (pistilos), lo que permite la autopolinización. Entonces, los pétalos de la flor comienzan a marchitarse, y el ovario dentro de la flor se transforma en la pequeña vaina que veis, la primera etapa de la judía verde.
La vaina crece rápidamente, se alarga y se engrosa, y en su interior se desarrollan las semillas. Y así, la vaina se convierte en la parte comestible de la planta, la judía verde. Este proceso desde la flor hasta la judía madura puede durar entre una y tres semanas, dependiendo de las condiciones climáticas.
Ahora, las lluvias recientes de los primeros días de septiembre han aliviado la sequía, pero con el descenso de temperaturas que han traído consigo, cultivos como los tomates y los pimientos podrían no prosperar debido a su tardía siembra. Tampoco tenemos claro si llegarán a término las judías inmaduras que permanecen en la mata.





Aunque no siempre los cultivos responden como esperamos, la satisfacción de ver el fruto de nuestros esfuerzos y el conocimiento que adquirimos son los mayores regalos de esta labor en armonía con la tierra.
Cada desafío nos ofrece una oportunidad de aprender más sobre la naturaleza y sobre cómo adaptarnos a su constante cambio.
