Aves y naturaleza en Guara

En plena primavera, el paisaje que rodea nuestras fincas de Lúsera se llena del color de todas las flores que abundan en los prados, los bosques y los márgenes de los caminos y los pastos.

Edelweiss o flor de las nieves, típica de las partes más altas de las montañas, se encuentra en los alrededores de Lúsera

El proyecto Guara.bio se orienta no solo a la recuperación del paisaje, del patrimonio urbano de Lúsera y sus pastos, sino que también pretende concienciar a los visitantes de la importancia de la naturaleza y la sostenibilidad.

Por eso se ha creado un Aula de la Naturaleza, así como senderos desde donde observar las aves que habitan en este ecosistema recuperado. Se han instalado paneles informativos con descripciones de distintas aves que se pueden avistar desde estos senderos ornitológicos.

Con la llegada del buen tiempo, ya se pueden empezar a observar alimoches y tórtolas europeas, que llegan de pasar el invierno en África, y también se dejan ver aves como el arrendajo, el jilguero, el escribano, la corneja y pequeñas lavanderas.

El Alimoche, o buitre egipcio, visita nuestras latitudes en primavera y verano

Tanto la abubilla como la tórtola tienen su zona de cría en los alrededores de Lúsera

Una de las aves más emblemáticas de esta zona del Pre-Pirineo Oscense es el Quebrantahuesos. Es una especie en peligro de extinción que se está recuperando gracias al trabajo de biólogos como los del equipo de la Fundación Quebrantahuesos, que tiene una Estación Biológica en Revilla (Huesca), y un Centro de Visitantes en Aínsa (Huesca), cerca de Lúsera. Por eso no es raro encontrarlo sobrevolando las lomas que rodean nuestros pastos y huertos.

El Quebrantahuesos, con su típico plumaje teñido de naranja tras un baño de barro rico en óxidos de hierro, se alimenta básicamente de huesos que rompe contra las piedras

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