Nuevos frutales en Lúsera

El pasado mes de febrero recibimos un centenar de nuevos frutales en Lúsera, injertados y aviverados para plantarlos en la finca de Guara.bio. Formamos parte de un programa de recuperación de frutales autóctonos impulsado por el CITA, junto con otros vecinos de la Hoya de Huesca y el Prepirineo.

Para poder plantar estos nuevos frutales, hemos tenido que transformar la finca de Lúsera y adaptarla a la producción agroecológica. Así, estarán ubicados de la mejor manera para que puedan adaptarse al nuevo medio al que vienen a vivir.

Nuevos frutales en Lúsera en ecológico

El proceso empezó trazando unas líneas en el suelo donde íbamos a plantarlos. Marcamos la ubicación de cada uno con los palos que normalmente usamos para los cercados de las vacas. Elegimos situarlos en el borde inferior de las fajas que destinamos a la huerta, en la parte más alta de la margen. Estas fajas tienen una orientación este-oeste, y son de lo mejor de la finca, ya que es donde se acumula mucha materia orgánica que les servirá de abono. Históricamente, el trazado que los antiguos hortelanos de la zona les dieron a estas fajas fue buscando el mejor aprovechamiento del agua, y las rellenaron con tierra para que tuvieran estas características.

Usamos una máquina mixta para hacer los agujeros destinados a los nuevos árboles, y los empezamos a plantar. Los rellenamos con un compost especial, hecho a partir de heces de oveja, caballo y vaca, mezclados con restos triturados de material forestal. A la vez, incorporamos estiércol seco de vaca que íbamos encontrando a nuestro paso, ya que las vacas habían pastado por esta zona el año pasado.

Pasados unos días, protegimos el suelo donde plantamos estos nuevos frutales con una cobertura de paja ecológica triturada en la parte superior de los alcorques (hueco que rodea los troncos de los árboles a modo de tiesto). Como los árboles estaban en parada vegetativa, y estábamos en temporada de heladas, era el mejor momento para hacerlo. Asimismo, escogimos hacerlo durante la luna menguante de enero.

Manzanos, como antaño

Los nuevos frutales de Lúsera son manzanos, igual que un antiguo manzano que se encuentra en esta zona de la finca. Este sitio antaño acogía a perales, manzanos, membrillos, claudias, melocotones y especies singulares como la cerollera o la galimbastera (una variedad de níspero). Antiguamente en este huerto se cultivaban nogales que proporcionaban madera de primera calidad y bien pagada.

Con la llegada del mes de mayo, estos nuevos frutales de Lúsera nos regalan con las primeras hojas. Tendremos manzanas de variedades como sobremonte, tozal, enrobina y marcos, variedades que se han recuperado de la zona. En realidad, se eligieron árboles con unos frutos de calidad y que habían sobrevivido adaptados a su entorno sin cuidados.

Hemos protegido nuestras nuevas plantas con un cercado, que impedirá el paso de animales silvestres como el corzo, la cabra montés o el jabalí. Estos animales, movidos por la viveza de estas plantas no tardarían producirles daños irreversibles en corteza y hojas cuando comienza el periodo vegetativo de estos frutales. Buscan savia fresca, y los jabalís también estropean las raíces cuando rebuscan en el suelo. También impedirá que nuestras vacas se introduzcan en el nuevo huerto. El perímetro estará protegido con una cerca móvil de hierro anclada al suelo con postes de rea cada 3 metros, con anclajes intercalados en forma de U. Además, hemos hecho manualmente una pequeña zanja para anclar bien los paneles de mallazo ganadero.

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